Los micronutrientes del suelo.

De acuerdo con los conocimientos actuales sobre el reino vegetal, se puede asegurar que entre el 94 y 99.5% de su totalidad se compone de tres elementos Carbono (C), Hidrógeno (H) y Oxígeno (O), el Carbono y el Oxígeno son obtenidos directamente del aire por medio de la fotosíntesis, mientras que el Hidrógeno deriva del agua presente en el suelo (Navarro García, 2014).

Sin embargo, las plantas no pueden vivir ni desarrollarse con normalidad solamente con los nutrientes que ofrece el agua y el aire, sino que contienen y requieren de otros componentes químicos que les proporcionan minerales del suelo a través del sistema radicular; de los 13 elementos considerados esenciales ya revisamos 6 que son considerados los macronutrientes (Nitrógeno, Fosforo, Potasio, Azufre, Calcio y Magnesio) en la primera parte de nuestro blog.

Los elementos restantes (Hierro, Manganeso, Boro, Molibdeno, Cobre y Zinc) son considerados micronutrientes y se encuentran en cantidades inferiores a 0.05% en peso seco, no obstante, a pesar de estar en bajas concentraciones, los micronutrientes poseen la misma importancia que los macronutrientes en la nutrición vegetal.

MICRONUTRIENTES DEL SUELO

Molibdeno (Mo)

Este elemento está involucrado en 2 enzimas fundamentales: El nitrato reductasa y nitrogenasa, estas enzimas son responsables de la fijación del Nitrógeno. Además, transforma el fosforo inorgánico a orgánico en la planta. El pH es el principal regulador de la disponibilidad de Mo se hace cada vez más disponible al aumentar el pH.

Cobre (Cu)

El cobre es un componente integral de los cloroplastos por lo tanto participa en la fotosíntesis. Es esencial en la formación de encimas involucradas en la respiración, la producción de energía y crecimiento. El cobre ayuda a intensificar el sabor, el color en las hortalizas y en las flores.

Zinc (Zn)

El zinc participa junto al Calcio en la producción de auxinas y funciona como catalizador; junto al potasio (K) tiene un importante rol en la absorción y transporte de agua. El maíz y los frutales, especialmente los cítricos son altamente susceptibles a las deficiencias de Zn, produciéndose cambios en la morfología de las hojas.

Micronutrientes del suelo

Boro (B)

El Boro es asociado con las auxinas (Hormonas de crecimiento), la síntesis y movimiento de los azúcares, se involucra en la producción de carbohidratos; el Boro es esencial para la germinación y la viabilidad del polen, la calidad de las semillas, la actividad meristemática y los procesos de fructificación por lo tanto, influye en el rendimiento del cultivo. Está presente en los suelos tanto en forma orgánica como inorgánica.

Manganeso (Mn)

El manganeso es un catalizador de energía activando las funciones enzimáticas y participando en la producción de la clorofila; además, el Mn acelera la germinación de las semillas, participa en la formación de vitaminas y junto al Fósforo (P) forman enzimas. Las deficiencias se dan en suelos alcalinos o neutros y también en aquellos con altos contenidos de materia orgánica con la que formarían complejos insolubles.

Hierro (Fe)

Su función principal es la producción de clorofila; actúa como catalizador para el transporte de oxígeno en las hojas para el proceso de síntesis de la clorofila. El hierro se absorbe en las plantas por los pelos radicales. Se presenta en los suelos en forma de óxidos, hidróxidos, fosfatos, y formando parte de la estructura de silicatos primarios y minerales arcillosos.

FUENTES DE MICRONUTRIENTES

Los suelos normalmente reciben sus oligoelementos principalmente de las rocas mediante los procesos de meteorización de sus minerales constituyentes. Los productos de la descomposición de plantas y animales, así como las aguas naturales, los materiales de la atmósfera, fertilizantes, agroquímicos, son recursos secundarios (Sanzano, nd).

La disponibilidad de los micronutrientes depende de la solubilidad de dichos elementos, dicha solubilidad depende de la textura, el pH, la materia orgánica, el ambiente reductor y la actividad microbiológica del suelo. 

REFERENCIAS

  • Navarro García, Ginés; Navarro García, Simón. (2014). Fertilizantes: Química y acción. Ediciones Mundiprensa. España. 
  • Sanzano, Agustín. (nd). Oligoelementos del suelo. Cátedra de edafología.