La historia de la agricultura se remonta a cientos de años; sin embargo, el desarrollo de la fertilización inicia solamente cuándo nuestros antepasados descubren que los suelos dejaban de proporcionar los rendimientos esperados para los cultivos cuando sembraban nuevamente, y que al añadir estiércol o restos vegetales se restauraba la producción.

El mantenimiento de la fertilidad del suelo para establecer producciones exitosas requiere de la reposición de los elementos que se pierden del sistema suelo-planta, ya sea por lavado, volatilización (acción del viento) o por la producción de las cosechas.

Anteriormente la reposición de dichos minerales dependía exclusivamente de los procesos de lenta meteorización de los minerales primarios del suelo y de la fijación biológica de nitrógeno por parte de los microorganismos; con el tiempo y el desarrollo de la tecnología; la industria de los fertilizantes ha permitido restituir la pérdida de nutrientes y de los niveles de fertilidad de una forma más rápida y eficiente.

Para poder satisfacer las demandas de producción agrícola se tienen dos opciones:

• Aumentar las superficies de cultivo o proporcionar a los suelos los nutrientes adicionales en formas asimilables por las plantas para aumentar el rendimiento de los cultivos.

• La utilización de fertilizantes de forma racional contribuye a reducir la erosión del suelo, acelerando la cubierta vegetal del suelo y protegiendo de los agentes climáticos.

¿Qué es un fertilizante?

«Un fertilizante es todo material orgánico o inorgánico cuya principal función es proporcionar elementos nutrientes a las plantas.

Estos son capaces de mejorar su crecimiento en un momento dado, bien porque no existan o porque se han agotado con el tiempo.

Así mismo, aumenta la producción y mejora su calidad”.

Los fertilizantes no influyen inicialmente en los aspectos físicos del suelo sino sólo en la parte química; son las enmiendas y coadyuvantes  los que influyen en aspecto físicos.

Requisitos de los fertilizantes:

Y Solo se considera como producto fertilizante al que reúna las siguientes características:

• Aporte nutrientes a las plantas de manera eficaz o mejore las condiciones del suelo.

• Que se disponga, para el producto, de métodos adecuados de toma de muestras, de análisis y de ensayos para poder comprobar sus riquezas y cualidades.

• Que, en condiciones normales de uso, no produzca efectos perjudiciales para la salud y el medio ambiente.

La eficiencia de un fertilizante depende de las características del suelo, del manejo del cultivo y de las condiciones climáticas

 

En el próximo capítulo hablaremos sobre los tipos de fertilizantes.