Continuamos hablando sobre la materia orgánica en el suelo, su importancia y cómo se forma; en esta entrega hablaremos sobre:
Si quieres leer la primera parte de este artículo haz clic aquí.
Son productos que contienen carbono y no pueden sufrir transformaciones naturales que mejoren la fertilidad del suelo: Petróleo y sus derivados por ejemplo.
Es toda aquella que se degrada y puede transformarse hasta formar humus (materia orgánica estabilizada formada por ácidos húmicos, fúlvicos y otros), mejorando la fertilidad de los suelos. Estas se subclasifican en:
Aquella parte de la materia orgánica que ya esta transformada y estabilizada, tal como La Leonardita.
La leonardita es una materia orgánica procedente de bosque de coníferas enterradas durante el periodo cretácico (hace 120 millones de años) que por movimientos de la tierra comenzó a humificarse durante el periodo terciario (hace 60 millones de años), gracias a ello es la materia orgánica con el mayor contenido de ácidos húmicos y fúlvicos que se conoce,
Ácidos Húmicos 60 – 65 %.
Ácidos Fúlvicos 10 – 15 %.
Además, posee K, Ca, Mg, Cu, Zn, B, S y trazas de Nitrógeno.
Los materiales orgánicos en descomposición contribuyen a la fertilidad y productividad del suelo en la medida en que hacen aportes de:
A. Sustancias agregantes del suelo que lo vuelven grumoso, con bioestructura estable a la acción de las lluvias.
B. Ácidos orgánicos y alcoholes, que durante su descomposición sirven de fuente de carbono para los microorganismos de vida libre, fijadores de nitrógeno, posibilitando así, su fijación.
C. Sustancias de crecimiento, como triptófano y ácido indolacético, con posibilidad de vida a los microorganismos, especialmente a los fijadores de nitrógeno, producto que además tiene un efecto muy marcado sobre el desarrollo vegetal.
D. Alimentos para los organismos que son activos en la descomposición produciendo antibióticos que protegen a las plantas de problemas sanitarios y contribuyen así a la salud vegetal.
MEJORA LA ESTRUCTURA DEL SUELO. Incrementado la agregación de las partículas de este, razón por la cual los suelos livianos tienden a volverse más francos y los suelos pesados tienden a volverse más esponjosos.
Las partículas de arcilla y de humus, electronegativas, se unen entre sí intermedio de cationes minerales (CALCIO, MAGNESIO, HIERRO, ALUMINIO), formando el complejo arcilloso húmico, que debido a su fuerte estabilidad y a su estructura en agregados resiste la acción erosiva del agua (ver figura 1.). Si no fuera por este puente de unión que forman los cationes, las partículas de arcilla y de humus serían arrastradas por el agua, sin posibilidad de formar el suelo.
El Calcio y el Magnesio pueden provenir de sales neutras, como el sulfato de calcio (CaSO4), o el sulfato de magnesio (MgSO4), que se disocian en iones Ca(++) Y SO4 (–) O Mg(++) Y SO4(–) respectivamente.
El ión sulfato SO4(–) resultante puede ser de esta forma absorbido por las plantas o inmovilizado por los microorganismos.
Los iones calcio y magnesio pueden pasar al complejo arcilla- calcio-humus, o al complejo arcilla-magnesio-humus, pueden quelatarse (protegerse como catión + ácido húmico) o simplemente ser absorbidos por las plantas.
Se dice que lo que hace producir al suelo es la bioestructura. Está es formada por grumos de 0,5 a 2.0 mm. de diámetro, estables al agua y depende íntimamente de la materia orgánica y de la vida en el suelo. La micro, meso y macrofauna, así como los microorganismos y las raíces de las plantas superiores influyen sobre los grumos o agregados.
Cuando se descompone el humus se pierde la estructura del suelo, descomponiéndose los restos vegetales, se forma la estructura durante la primera fase de descomposición.
Únete a Agroactivo y descubre nuevas oportunidades:
ventas@agroactivocol.com
comercial@agroactivocol.com
Teléfonos y WhatsApp:
+573225131831
+573122951828